Durante 8 años, este pobre perro soportó el abuso de su dueño, dejándolo con un cuerpo lleno de enfermedades y finalmente abandonado cruelmente. Hace 8 meses, lo encontramos vagando desnutrido y al borde del colapso en la calle.
Mira su cuerpo flaco, sin un ápice de carne. Parece solo piel cubriendo sus huesos. Es el caso más extremo de delgadez que hemos visto.
Lo llevé al equipo de rescate y continuamos cuidándolo. Honestamente, no estaba seguro de si el animal podría sobrevivir en ese estado tan frágil.
Fueron tiempos realmente difíciles. Ayunar durante tanto tiempo había debilitado su cuerpo, al punto de que no podía ingerir alimentos normalmente. Siempre triste y postrado, sin energía y parecía estar esperando la muerte.
Pero lo más doloroso no era el sufrimiento físico, sino las heridas en su corazón. El perro estaba deprimido y temeroso de todo.
Lo llevamos al veterinario para revisión y tratamiento. Los resultados confirmaron nuestras sospechas: el perro estaba gravemente desnutrido.
Solo pudimos administrarle nutrientes intravenosos y leche en lata. Al tercer día, comenzó a recuperar el apetito y pudo comer por sí mismo por primera vez. Sus expresiones parecían agradecerme.
También le proporcionamos un lugar cómodo para vivir y dedicamos tiempo cada día para conversar y animarlo.
Poco a poco, el cambio positivo se hizo evidente. El perro ahora ha recuperado completamente su peso y está muy feliz y cariñoso. Le encanta pasear al aire libre.
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